El presidente electo, Donald Trump, lleva décadas creyendo en el poder de los aranceles. Ahora, mientras se prepara para asumir el cargo, son una parte central de su plan económico.
Trump sostiene que la imposición de aranceles elevados a los productos extranjeros beneficiará a la industria manufacturera de Estados Unidos y generará empleo. Sus propuestas elevarían los aranceles a un nivel nunca visto en generaciones. Muchos economistas han advertido de las consecuencias potencialmente perjudiciales de esta medida, como mayores costos para los hogares y las empresas estadounidenses, y guerras comerciales desestabilizadoras a nivel mundial.
A continuación, cinco cosas cruciales que hay que saber sobre los radicales planes comerciales de Trump.
Trump ha presentado varios planes arancelarios
Durante su campaña a la Casa Blanca, Trump ofreció una lista de aranceles. Habló de un arancel “universal” del 10 al 20 por ciento sobre la mayoría de los productos extranjeros. Ha propuesto aranceles del 60 por ciento o más sobre los productos chinos. Y ha sugerido eliminar las relaciones comerciales normales permanentes con China, lo que supondría un aumento inmediato de los aranceles sobre las importaciones chinas.
Trump también ha promovido la idea de un arancel “recíproco”, en el que Estados Unidos igualaría los tipos arancelarios que otros países imponen a los productos estadounidenses. Ha sugerido utilizar los ingresos arancelarios para sustituir los impuestos sobre la renta. Además, ha amenazado con imponer aranceles del 100, 200 o incluso del 1000 por ciento a México, afirmando que el país debería hacer más para detener los flujos migratorios y los envíos de automóviles chinos.